La reproducción en artrópodos

 

Los artrópodos poseen reproducción sexual, a excepción de algunas especies que pueden reproducirse partenogenéticamente. Este tipo de reproducción no implica la unión de un óvulo con un espermatozoide, la hembra cuando las condiciones ambientales son favorables, comienza con la división celular en los óvulos y genera individuos  exactamente iguales a ella ya que no existe otra información genética.

En ambos casos todos los individuos resultantes son diploides, lo que significa que poseen la cantidad completa de información genética de su especie, el número completo de cromosomas (individuos 2n). Salvo en el caso de las abejas en donde el único individuo que posee la mitad de la información genética (individuo haploide, n), es el zángano, condición que se da de manera intencional, como así también, el echo de que sea zángano, es decir que cada individuo de la colmena es diferenciado por la reina la momento de la puesta de huevos. 

La gran mayoría son ovíparos con diferentes grados de metamorfosis según la especie. Pero también podemos encontrar ovoviviparismo en algunas especies como por ejemplo: algunos escorpiones.

Varían también el mecanismo de cópula en los diversos grupos, algunos poseen pseudopenes con los que transfieren el esperma a la hembra mediante un ensamble dado por estructuras especializadas para tal fin. O simplemente superponiendo los gonoporos (orificio genital) entre si. Por otro lado, encontramos individuos que deben realizar un cortejo a la hembra para poder copular, es el caso de arañas, escorpiones, y varias especies de insectos. En estos rituales de "danza" que realiza el macho, muchas veces pone en juego su vida para poder reproducirse, es el caso de la mantis religiosa en donde la hembra se come la cabeza del macho al momento de la cópula para lograr desinhibir la eyaculación del macho, que según se ha observado, se encuentra frenada por el sistema nervioso central. Otros casos similares se dan en algunos arácnidos en donde el macho ofrece la mitad de su cuerpo a la hembra para que esta lo comience a comer mientras el la fecunda. En otras especies de arañas (la mayoría) también el macho corre el riesgo de ser devorado por la hembra luego de la cópula, aunque si es lo suficientemente rápido puedo lograr escapar.

En el caso de los escorpiones también el macho ofrece un cortejo, pero previamente deposita en el suelo un "espermatóforo", que no es otra cosa que el esperma empaquetado, y luego a través de esa danza guía a la hembra para que ese paquete de esperma sea introducido en su gonoporo y la fecunde. Cabe destacar aquí también que el macho debe inocularle una muy pequeña cantidad de veneno a la hembra para adormecerla y así evitar que también se lo coma.